jueves, 25 de noviembre de 2010

Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General de Naciones Unidas declaro el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y ha invitado a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer.

La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo (1930-1961).

Según las Naciones Unidas, por lo menos un tercio de las mujeres en todo el mundo han sido golpeadas, obligadas a tener sexo, o maltratadas durante sus vidas. La violencia sexual es algo frecuente tanto en las sociedades estables como en las que están en crisis.



Violencia machista

Toda la vida aguantando un infierno conyugal
Su boca huele a ginebra y su cuerpo huele mal
Sigues pasando los días evadiendo la realidad
El miedo brilla en tus ojos, hoy te ha vuelto a golpear

No merece la pena, mujer, tu pasividad
No merece la pena, mujer, debes de actuar
No merece la pena, mujer, tu pasividad
No merece la pena, mujer, ármate

VIOLENCIA MACHISTA, VIOLENCIA FASCISTA
VIOLENCIA MACHISTA, VIOLENCIA FASCISTA

Como cada día, una nueva vejación
Como cada noche, una nueva violación
Palabras de amenaza que se pueden consumar
El miedo te enmudece, ya no puedes aguantarlo más

No, ni una más, no te dejes humillar
Abandónale, que se pudra en soledad
Ven, sal de ahí, date una oportunidad
Rompe de una vez las cadenas, vuelve a la libertad

VIOLENCIA MACHISTA VIOLENCIA FASCISTA
VIOLENCIA MACHISTA VIOLENCIA FASCISTA

Fuiste a denunciarlo y aquí no ha pasado "na"
Nadie mueve un dedo en esta puta sociedad
Llorando te preguntas hasta cuándo va a durar
Conoces a ese cerdo y sabes que pronto se vengará

No, ni una más, no te dejes humillar
Abandónale, que se pudra en soledad
Ven, sal de ahí, date una oportunidad
Rompe de una vez las cadenas, vuelve a la libertad

Al día siguiente la audiencia subió en todos los reality shows
Víctima de una terrible agresión su larga agonía acabó
Mientras la ley no te quiera escuchar y siga dormido ese juez
Mientras el mundo no quiera cambiar, autodefensa mujer, autofefensa mujer

DEFIÉNDETE, DEFIÉNDETE
DEFIÉNDETE, DEFIÉNDETE

Si estás en la misma situación DEFIÉNDETE
Si ya no queda otra solución DEFIÉNDETE
Si alguien te trata de imponer DEFIÉNDETE
Enséñale tus dientes mujer



El peso del alma

Entre pétalos de rosa busque su amor
Y encontré violencia en lo que antes era una flor.

Le entregue mi cuerpo, el compro mi juventud
A cambio de partirme el alma en dos
Deje de esperar que el perfume de sudor
No destilara odio y alcohol, que sus golpes no dolieran

Dime porque no he tenido alguien que cuidara de mí
Y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví.

Ven toma mi mano y duerme
Yo soy la voz, de la vida y de la muerte
Un hola, y un adiós
Soñaras caricias sobre un lecho de clama y de luz
Y perfumare tu alma con gotas de paz y de amor
Deja de llorar, abrázame ya todo término
Hoy la ternura peinara tu piel
Sobre el arcoiris hay alguien que te espera.

Deja que mime en tu boca
Los labios del amanecer
Que el susurro del dolor se ira
Y que arda en olvido el ayer
Que el placer duerma en tu pecho
Y con besos sanos de tu ser
Que la amargura eche a volar
Te espera otra flor sígueme.

Despídete ya, se acaba el tiempo
Ve a hacia la luz, no tengas miedo él no volverá
La eterna angustia será su condena.

Deja que mime en tu boca
Los labios del amanecer
Que el susurro del dolor se ira
Y que arda en olvido el ayer

Dime porque no he tenido alguien que cuidara de mí
Y ahora que mi vida hecha a dormir siento que apenas viví

Deja que mime en tu boca
Los labios del amanecer
Que el susurro del dolor se ira
Y que arda en olvido el ayer
Que el placer duerma en tu pecho
Y con besos sanos de tu ser
Que la amargura eche a volar
Te espera otra flor sígueme
Te espera otra flor sígueme
Te espera otra flor sígueme

Día Internacional para la Eliminación de la

domingo, 14 de noviembre de 2010

PopocatépetL&IztaccihuatL


Un lunes se marchó, quizá para nunca volver,
Pero dejó su corazón a su amor más fiel.


Hace tiempo, cuando los aztecas dominaban el Valle de México, los otros pueblos debían obedecerlos y rendirles tributo, pese a su descontento. Un día, cansado de la opresión, el cacique de Tlaxcala decidió pelear por la libertad de su pueblo y empezó una terrible guerra entre aztecas y tlaxcaltecas.


No llamó, durante meses ni escribió.
La mujer comprendió su soldado cayó.


La bella princesa Iztaccíhuatl, hija del cacique de Tlaxcala, se había enamorado del joven Popocatépetl, uno de los principales guerreros de este pueblo. Ambos se profesaban un amor inmenso, por lo que antes de ir a la guerra, el joven pidió al padre de la princesa la mano de ella si regresaba victorioso. El cacique de Tlaxcala aceptó el trato, prometiendo recibirlo con el festín del triunfo y el lecho de su amor.


Y entre llantos suplicaba a su Señor:
"No le lleves, por favor".
Pero a sus plegarias nadie contestó.
Y la vida se quitó.


El valiente guerrero se preparó con hombres y armas, partiendo a la guerra después de escuchar la promesa de que la princesa lo esperaría para casarse con él a su regreso. Al poco tiempo, un rival de Popocatépetl inventó que éste había muerto en combate. Al enterarse, la princesa Iztaccíhuatl lloró amargamente la muerte de su amado y luego murió de tristeza.



Lágrimas de dolor sobre un rostro sin voz.
La batalla apagó su corazón.
Esa estúpida guerra cruel que te arranca la piel,
Su veneno atacó, supo vencer.


Popocatépetl venció en todos los combates y regresó triunfante a su pueblo, pero al llegar, recibió la terrible noticia de que la hija del cacique había muerto. De nada le servían la riqueza y poderío ganados si no tenía su amor.



Nadie le recibió el triste día que volvió.
A su esposa llamó, el silencio habló.


Entonces, para honrarla y a fin de que permaneciera en la memoria de los pueblos, Popocatépetl mandó que 20,000 esclavos construyeran una gran tumba ante el Sol, amontonando diez cerros para formar una gigantesca montaña.



"Cariño, ¿dónde estás? Ya no me iré nunca jamás".
Sobre un viejo sillón la encontró sin color.


Desconsolado, tomó el cadáver de su princesa y lo cargó hasta depositarlo recostado en su cima, que tomó la forma de una mujer dormida. El joven le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló en otra montaña frente a su amada, velando su sueño eterno. La nieve cubrió sus cuerpos y los dos se convirtieron, lenta e irremediablemente, en volcanes.


Y entre llantos maldecía a su Señor:
"¿Por qué ella y no yo?".
Y besándola en las manos la nombró,
Antes de decir adiós.


Desde entonces permanecen juntos y silenciosos Iztaccíhuatl y Popocatépetl, quien a veces se acuerda del amor y de su amada; entonces su corazón, que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa un humo tristísimo…


Historia: Conti González Báez
http://www.radioredam.com.mx/grc/redam.nsf/vwALL/MLOZ-5W8VRV
Canción: Saratoga “Lagrimas de dolor”

domingo, 7 de noviembre de 2010

Cindy

Cuando muere alguien cercano y muy querido, es cuando nos damos cuenta realmente que la muerte existe. Bueno, por lo menos para mí así fue.

A los 14 años ya sabemos que es la muerte, que esta puede ocurrir en cualquier momento y a cualquier edad. Sin embargo y a pesar de mi edad creo que no la tomaba nada en serio, hasta el día en que mi abuelo murió.

Aquel día comprendí que es la muerte, que nadie a mi alrededor y mucho menos yo estábamos exentos. Mi abuelo estaba muy enfermo y era una persona mayor, sabíamos lo que pasaría y aun así no deja de dolerme en el alma y desear que él aun estuviera con nosotros.

Nuestro consuelo fue que había tenido una larga vida y una gran familia, ahora le tocaba ir a descansar. Aun así es difícil de sobrellevar, pero ¿Qué pasa cuando se trata de una persona joven, que murió en cuestión de segundo y que jamás pudo despertar para poder despedirse? ¿Cuál es la diferencia? ¿Duele más una muerte que otra?

Hoy, hace un mes que falleció una amiga de mi muy querida infancia.
Una mujer joven, sólo un año mayor que yo, que a pesar de cómo estaba encausando su vida, podía haber tomado otro camino. Estoy triste y me duele su partida por sus padres y hermana que también es mi amiga.

En los últimos años, no hice nada por ti y tal vez estoy siendo egoísta por que al escribir estoy sacando mi sufrimiento que en nada te beneficia, bueno creo que estas palabras ayudaran para de una vez dejarte ir a descansar.

Creo que tenia cuatros años cuando nos conocimos, mi familia y yo teníamos poco de haber llegado a la colonia, pero mi papá tan sociable como siempre estaba platicando muy amenamente con el vecino quien tenia dos hijas, con las cuales y gracias a los genes sociables de mi papá hice amistan muy rápido.

Cindy, su hermana y yo nos volvimos inseparables, desde aquel momento mi casa se convirtió en la de ellas y viceversa, no había día en que no jugáramos o peleáramos. Y debo admitir pasaba más tiempo en su casa que en la mía.

Pero el crecer es inevitable, los juegos, las muñecas y todo lo que nos unía se fueron. Pues ya pensábamos diferente, a una le preocupa como se veía, otra ya se interesaba por tener novio y la última pensaba que para que se preocupaba en esas cosas.

Sin embargo el cariño entre nosotras siempre se mantuvo, bueno Cindy y su hermana aunque se enojaran, gritaran y pegaran entre ellas, se amaban. Yo que nunca tuve hermanas, siempre he visto a mis amigas como si lo fueran. Ellas fueron mis primeras amigas, mis primeras hermanas.

Nuestros caminos se separaron, cada quien hizo su vida como mejor le pareció. Recuerdo que las pocas veces que me encontraba con Cindy ella me saludaba con una gran sonrisa, le daba mucho gusto verme y el sentimiento era mutuo. Podían pasar meses pero en algún momento, cuando menos lo esperaba nos topábamos.

Pero ahora se que ya no nos encontraremos, jamás volveré a darte un abrazo, ni ver esa sonrisa que asomaba en tu rostro cuando me veías y sobre todo nunca podré decirte cara a cara lo mucho que significas en mi vida y aunque en los últimos años nos distanciamos, siempre tendrás un lugar en mi corazón.

A veces me pregunto por qué Dios te ha llevado si eras tan joven, aun podías enmendar tu vida, pero las cosas pasan por algo, aun no comprendo tu partida y de todo corazón espero que el lugar en el que ahora estas sea mucho mejor, que la felicidad que aquí te falto la encuentres ahí, sobre todo deseo que obtengas paz.




Descansa En Paz
Cindy Karel Piñón Soto
03 abril 1987 – 07 octubre 2010